Algunos más conocidos que otros, los homicidios presentados por Alia Trabucco Zerán son la estructura criminal y pasional que sostiene una narración muy provocadora.
Alguno de estos nombres le debe sonar en la cabeza: Corina Rojas y el asesinato de la calle Cochrane; Rosa Faúndez y el crimen de las cajitas de agua; María Carolina Geel y el asesinato en el Hotel Crillón; María Teresa Alfaro y el caso de las mamaderas envenenadas.
Estos casos reaparecen en el inconsciente colectivo, como el cuento de terror o misterio antes de enfrentar la noche, y si no lo cree, pruebe a preguntar a sus abuelos o padres si recuerda alguno de estos impactantes hechos.
La autora desarrolla un crudo ensayo en el cual re-descubre y re-coloca cuatro asesinatos, -en uno de los casos en realidad se trata de varios- cometidos por 4 mujeres, en el siglo XX, y vistos por la sociedad de la época como atentados contra la institución familiar y los roles de la mujer como madre, como trabajadora y como esposa.
Destaca el relato sobre las dificultades para investigar los casos; la reflexión permanente sobre la mujer y su contexto en el siglo pasado chileno; y la agudeza mezclada con sencillez que lleva a una lectura muy ágil de «Las Homicidas», de Alia Trabucco Zerán, de Editorial Lumen.