Recuperación literaria de María Monvel

Los ejercicios de recuperación literaria resultan fundamentales para entender y entendernos como historia, literatura o país. Muchos de ellos surgen a partir de efemérides, aniversarios u otros hechos que nos recuerdan la potencia narrativa -y lírica- que tiene Chile. Ercilia Brito Letelier, más conocida como María Monvel, es un ejemplo de esa recuperación.

Editorial Liz realizó una muy buena antología en 2017, a 100 años de otra antología (Selva Lírica), realizada en plena primera Guerra Mundial y en la cual se incluyó poemas de María Monvel. La selección estuvo a cargo de la periodista Victoria Ramírez Llera.

Falleció joven, hizo crítica literaria, tradujo, escribió, ofició de periodista. El texto nos recuerda de dos grandes que subrayaron su obra: Gabriela Mistral y Nicanor Parra, cuestión que bastaría para hacerla lectura obligatoria. Victoria R. Llera recalca que en la escritura de Monvel “es fácil distinguir el amor en dos facetas principales, a saber: desde la ternura y desde la locura”. Muy de acuerdo. Por una parte, se observa el lado maternal: “Mi hija juega en el jardín/ y yo la miro quieta y triste/ triste de tanta dicha, triste/ porque la dicha tiene fin”; por otro, la mirada amante: “Mientras él, de rodillas con sus besos furtivos/ abrazaba el marfil de mis pies sensitivos/ con la fiebre ardorosa de su boca de santo.”

Otro aspecto que asoma es el amor mezclado de dolor, un sufrimiento combinado con el gozo. Parecen dos almas en pugna, un conflicto entre dos escritoras que finalmente se encuentran en la dualidad Monvel: “Tu letra es como tú, firme, ruda, sincera; / tu letra es cruel y mala. / Te amas más en tu letra que no ha temblado nunca / que en la vanidad fría de tu carta”.

Este libro es el segundo título de la Colección Desenterradas, de Editorial Liz. El primero fue “Romance por Tadea (La Relación de la Inundación que hizo el río Mapocho de la ciudad de Santiago de Chile en 1783)”, escrito por sor Tadea García de la Huerta.

Posteriormente vendrían los volúmenes “Dos veces transgredir”, de Teresa Wilms Montt; e “Hija de la patria y la ternura”, de Mercedes Marín. Desenterradas, según la misma editorial, alude a la búsqueda de “levantar el polvo acumulado bajo las letras de escritoras chilenas olvidadas en el tiempo”. Una búsqueda que constituye, como mencionamos en un principio, la recuperación literaria de protagonistas del pasado, aunque en versos de la misma Monvel, “Ya no podrán tus labios sonrosarme/ los lirios muertos de la faz”.

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